Defectos periodontales y su tratamiento

Autor: Reyes Velázquez Joel Omar

Fragmento

La periodontitis es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta al aparato de soporte de los dientes, es de origen infeccioso, y se presenta en toda la población adulta mundial. Muy rara vez afecta a los niños y adultos jóvenes, pero su prevalencia aumenta gradualmente con la edad. Es provocada por bacterias de la placa dentobacteriana que inducen una respuesta inflamatoria de los tejidos periodontales. En individuos susceptibles, esta inflamación crónica inducirá a la destrucción del ligamento periodontal y del hueso circundante, produciendo la formación de bolsas periodontales alrededor de las raíces. Dichas bolsas constituyen un ambiente protegido ideal para las bacterias y permiten la proliferación de las especies anaerobias más agresivas. La morbilidad de esta enfermedad, es decir, los síntomas de la periodontitis a menudo son menospreciados, como el sangrado, la retracción gingival y la movilidad. También pueden formarse abscesos periodontales. En estadios más avanzados, los dientes pueden migrar, moverse progresivamente y como resultado final se produce la pérdida dentaria. El tratamiento de la periodontitis está relacionado con la causa, eliminando las bacterias del biofilm. Los objetivos están principalmente dirigidos a estabilizar y detener la progresión de la enfermedad. El control de la placa por parte del paciente es muy importante para el éxito del tratamiento, ya que es probable que las bacterias vuelvan a colonizar las bolsas periodontales en pocas semanas. El desbridamiento de los depósitos bacterianos que cubren la superficie radicular es fundamental para remover las bacterias y esto se logra mediante la utilización de técnicas de raspado y alisado radicular. Ante la presencia de bolsas profundas, también puede indicarse el tratamiento quirúrgico, para poder accesar a las zonas más profundas de las bolsas, limpiarlas adecuadamente y reducir su profundidad, en la medida posible. Habitualmente, las periodonti- tis siguen unos patrones de destrucción ósea que son la pérdida ósea horizontal o vertical, o más comúnmente la combinación de ambos: el patrón de destrucción ósea horizontal se produce de forma lenta, reduciéndose en altura el hueso y la cresta ósea alveolar, que está prácticamente perpendicular a la superficie del diente. En el patrón vertical suele ser más rápida la destrucción y afectar en una dirección oblicua, dejando cavidades en el hueso a lo largo de la raíz dental, a lo que se llama “defecto infraóseo”. La evolución en el conocimiento de la biología celular y del desarrollo embriológico ha permitido abrir nuevos campos en la regeneración de los tejidos de soporte del diente.

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2012-12-06   |   735 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 9 Núm.100. Noviembre 2012 Pags. 1-5 Odont Moder 2012; 9(100)