Anatomía microquirúrgica del segmento cisternal de la arteria recurrente de Heubner

Autores: Díaz Castillejos Alí, Zottis Grapiglia Cassio, Rehder Roberta, Chaddad Neto Feres Eduardo A, de Oliveira Evandro, Borba Luis AB

Resumen

Introducción: La arteria recurrente de Heubner fue descrita en 1872 por Johann Otto Leonhardt Heubner, ha sido llamada de diversas maneras entre las que resaltan: arteria telecenfálica, arteria central larga, arteria estriada medial. El nombre de arteria de Heubner fue utilizado por vez primera por Aitken en 1909, el término de recurrente fue agregado en 1920 por Shellshear. El conocimiento anatómico microquirúrgico detallado durante el abordaje a patología aneurismática del complejo vascular anterior es de vital importancia para evitar lesionarla, ya que debido al territorio de irrigación las secuelas son muy importantes. Objetivo: Conocer en detalle la anatomía microquirúrgica de la arteria recurrente de Heubner. Material y métodos: La arteria recurrente de Heubner fue estudiada en 30 cerebros humanos (60 hemisferios) obtenidos de autopsias, fijados con formol al 10%. El sistema arterial fue repletado con silicona, resina y coloreado con tinta vegetal, la canulación fue a través de ambas arterias carótidas internas, la disección se realizó con microscopio quirúrgico D.F. Vasconcellos M900 con una magnificación de 16x y 40x, el equipo fotográfico marca Nikon modelo D60, lente de macro 105mm, instrumental de microcirugía y sistema de vernier calibrado en decimas de milímetros. Resultados: La arteria recurrente de Heubner estuvo ausente en un hemisferio (derecho), doble en un hemisferio (izquierdo) con un tronco común de origen, y en número de tres en un caso (derecho) con un origen independiente cada una. El diámetro de la arteria recurrente de Heubner fue en promedio de 0.3mm (rango 0.3 a 1.5mm), la longitud fue de 25mm (rango de 10-36mm). Respecto al sitio de origen; en el 60% de los hemisferios se originó en el segmento A2 de la arteria cerebral anterior, 23.4% a nivel de la arteria comunicante anterior, 16.6% en el segmento A1 de la arteria cerebral anterior. En cuanto al trayecto de recorrido de la arteria recurrente de Heubner respecto al segmento A1 de la arteria cerebral anterior se observaron cuatro variantes de recorrido: variante tipo A (74.2%) recorrido superior, variante tipo B (22.6%) recorrido anterior o rostral, variante tipo C (1.6%) recorrido posterior, y tipo D (1.6%) recorrido medial. El número de ramos colaterales que se originaron de la arteria recurrente de Heubner fue de tres (43.5%) con un rango de 2-12. El patrón de organización con respecto a los ramos colaterales se observó en tres tipos de grupos: 1. Olfatorio, representado por un ramo simple; 2. Frontal, representado por un ramo frontal con una subdivisión de 1 a 2 arterias; 3. Sustancia perforada anterior, este grupo representado por el ramo destinado a la sustancia perforada anterior el cual puede subdividirse previo a su ingreso en 2-3 ramas. El punto de ingreso fue en el 61.2% de los especímenes en el componente silviano de la sustancia perforada anterior. Conclusiones: La arteria recurrente de Heubner es constante hasta en 99.9% de los casos, tiene su origen en el segmento A2 de la arteria cerebral anterior en un territorio de 5mm distal a la arteria comunicante anterior, el número más frecuente es de dos es decir derecha e izquierda, puede presentar variantes en rango de 2–3 arterias, su recorrido es superior con dirección de medial a lateral con respecto al segmento A1 y se corresponde con su origen en la superficie lateral de la arteria cerebral anterior; en su origen mantiene relación estrecha con el complejo vascular anterior, estrías olfatorias, giro recto; de esto resulta que pueda lesionarse inadvertidamente durante el clipaje de aneurismas del complejo comunicante anterior.

Palabras clave: Arteria recurrente de Heubner arteria cerebral anterior arteria comunicante anterior.

2011-03-10   |   4,164 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 17 Núm.4. Diciembre 2010 Pags. 53-64 Neurocien Colom 2010; 17(4)